Hace un año dimos forma a este deseo de un centro y una casa. Un centro donde confluyeran las sensaciones, los pensamientos, los sentimientos y la intuiciones acerca de nuestra necesidad de crecer en muchas direcciones; donde aquellos que nos hemos sentido des-centrados de unas psicologías sin fondo ni profundidad pudiéramos juntar los deseos y los aprendizajes. Y también una casa, un hogar para los sueños, un patio para lo que fluye, una sala para la risa y la nutricia confrontación de imágenes, unos espacios para el cuidado del alma.
Gracias a quienes se han acercado real o virtualmente a esta propuesta. Seguiremos cuidando que la institución no apoque la intuición.