Se trata de aprender a hablar de nuevo el lenguaje del alma: se trata de la imaginación.
"Al desechar los argumentos habituales en contra de la personificación, esperamos encontrar una nueva forma o perfeccionar una ya existente (a) de revitalizar nuestras relaciones con el mundo que nos rodea, (b) de conocer nuestra fragmentación individual, nuestros múltiples espacios y múltiples voces, y (c) de fomentar la imaginación para descubrir sus aspectos brillantes. Nuestro deseo es salvar los fenómenos de la psique imaginal. Y para ello debemos liberar la psique de los prejuicios de la psicología moderna, permitiendo que aquélla se perciba a sí misma –sus relaciones, sus realidades, sus patologías- radicalmente apartada de la nueva perspectiva psicológica.
El concepto moderno de nosotros mismos y del mundo ha embotado nuestra imaginación, fijando definitivamente nuestra interpretación de la personalidad (psicología), de la locura (psicopatología), de los objetos y la materia (ciencia), del cosmos (metafísica) y de la naturaleza de lo divino (teología). Por otra parte, ha consolidado los métodos empleados en todos estos campos de forma que constituyan un frente unificado contra el alma. Algunas personas desesperadas han acudido a la brujería, la magia y el ocultismo, a las drogas y la locura, a cualquier cosa que reavive la imaginación para encontrar un mundo dotado de alma. Pero estas reacciones no bastan. Lo que se necesita es una re-visión, un cambio drástico de perspectiva para salir del atolladero sin alma que llamamos conciencia moderna."
(James Hillman. Re-Imaginar la psicología).